Este artículo consta de dos partes. En la Parte I averiguaremos que son las alergias, que tipos de alergias existen, y cuales son las maneras de prevenirlas. La Parte II nos hará ver que tipo de deportes son fundamentales para las alergias, como curar las alergias y por ultimo ofreceremos unos pequeños consejos de prevención así como las preguntas mas frecuentes sobre ellas.
Empieza la primavera. Brotan las flores, comienza el buen tiempo, la gente sale más a la calle, más sonriente y con ropas de vivos colores, todos estamos más contentos y el mundo a nuestro alrededor se hace un poco más bonito. Pero con esta gloriosa estación también comienzan las alergias, algo que afecta a más de ocho millones de españoles.
Está considerada la alergia como una plaga mundial, según algunos alergólogos como “una de las plagas más significativas de la sociedad de confort”, y se reconoce que el número de casos va en aumento, tal vez a causa de factores propios de nuestra civilización actual.
Sólo en Europa y en Norteamérica, hay más de 50 millones de personas que padecen de alergia. En nuestro continente, uno de cada cinco individuos sufre o sufrirá de alergia en el curso de su vida. Aún cuando raramente tienen consecuencias fatales, la alergia azota a jóvenes y viejos y paraliza cruelmente a sus víctimas marcando profundamente sus destinos.
Se sabe que las alergias afectan en mayor proporción a mujeres de entre 40 y 60 años, y a los niños. En España ocho de cada diez afectados ha experimentado los primeros síntomas antes de los catorce años.
El término alergia es un apócope de las palabras griegas allos (diferente) yergon (reacción), acuñado por el médico austriaco Clemens Von Pirquet, refiriéndose de manera sencilla a que una alergia es una reacción diferente, anómala, a algo que es perfectamente tolerable para los demás, una hipersensibilidad.
Tipos de alergia
Pólenes: la alergia al polen es la más frecuente y afecta cada vez a un mayor número de personas. Provoca estornudos, picores nasales y oculares, lagrimeo, tos y dificultades respiratorias, e incluso diarreas o dolor abdominal. Además de evitar el causante de la alergia, el tratamiento pasa por el uso de anhistamínicos, antiinflamatorios y la vacunación.
Las plantas llevan a cabo su polinización de dos maneras:
- mediante insectos que van de flor en flor atraídos por su néctar, polinizándolas (polinización entomófila)
- o bien a través del aire (polinización anemófila), que será el responsable de las alergias primaverales.
En este segundo tipo de polinización, los pólenes que más provocan alergias son los de las gramíneas (conocidas como “malas hierbas” pues invaden todos los campos y prados, aunque a este grupo también pertenecen cereales como el trigo y la cebada), el olivo, el abedul, y una planta peculiar del mediterráneo llamada Parietaria Judaica.
Los síntomas frecuentes de las alergias al polen son:
- alteraciones oculares como: lagrimeo, irritación conjuntival, picor y fotofobia
- nasales: estornudos, secreción acuosa, obstrucción y picor en el interior de la nariz
crisis asmáticas
Insectos: los que más reacciones alérgicas provocan son los de la familia de los himenópteros (abeja, avispa y avispón). Sus picaduras provocan enrojecimiento, inflamación y dolor, aunque algunas personas reaccionan de manera más fuerte al ser hipersensibles al veneno liberado por el insecto, pudiendo incluso fallecer por esta causa. Las reacciones leves pueden tratarse con antihistamínicos y calmantes, mientras que los casos severos requieren la administración de adrenalina y la vacunación.
Ácaros del polvo: el 55 por ciento de la población española es alérgica a los ácaros del polvo, pequeños parásitos de la familia de los arácnidos que se alimentan de escamas dérmicas y hongos. Para combatirlos es necesario extremar la limpieza en el hogar y emplear acaricidas, sustancias químicas que eliminan ácaros y hongos.
Hongos: Algunos hongos producen alergenos que se depositan en sus esporas, y la liberación de éstas depende de la humedad, la temperatura y la existencia de materia orgánica en su entorno, como basuras o cortinas de baño. Las épocas más favorables para su desarrollo son la primavera y el otoño, y entre los más comunes destacan la alternaria, el cladosporium, el penicillium, el aspergillus y el mucor.
Animales: la principal fuente de alergenos son las proteínas que se encuentran en la caspa y la orina de los animales. Provocan reacciones cutáneas y respiratorias. La única forma de evitarlas es alejándose de los animales domésticos.
Alimentos: algunos alimentos, como la leche, el huevo, pescado o marisco, provocan reacciones alérgicas cutáneas y respiratorias. Hay que identificar los alimentos que provocan las alergias, evitarlos y disponer de adrenalina autoinyectable para afrontar las emergencias.
Antes de tener una reacción alérgica a los alimentos, una persona sensible debe haber estado expuesta al alimento por lo menos una vez con anterioridad. Los síntomas alérgicos suceden la segunda vez que la persona come el alimento. Esta vez, los anticuerpos IgE reaccionan con el alimento y se liberan las histaminas que causan ronchas, asma, comezón en la boca, dificultad respiratoria, dolor de estómago, vómito o diarrea.
Los síntomas alérgicos pueden empezar a los pocos minutos o hasta una hora después del consumo del alimento. A continuación se enumeran los síntomas más comunes de una alergia alimentaria. Sin embargo, cada individuo puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
- Vómito.
- Diarrea.
- Calambres.
- Ronchas.
- Hinchazón.
- Eczema.
- Comezón o hinchazón de los labios, la lengua o la boca.
- Comezón u opresión en la garganta.
- Dificultad respiratoria.
- Respiración sibilante.
- Baja presión de la sangre.
De acuerdo con el Instituto Nacional para la Alergia y las Enfermedades Infecciosas (National Institute of Allergy and Infectious Disease), no se necesita mucha cantidad de alimento para provocar una reacción severa en las personas altamente alérgicas. De hecho, cantidades tan pequeñas como 1/44.000 de un grano de maní pueden causar una reacción alérgica en individuos con alergias graves.
Los síntomas de una alergia alimentaria pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Siempre consulte a su médico para el diagnóstico.
Fármacos: en ocasiones el sistema inmune reacciona a ciertos fármacos produciendo sustancias químicas que provocan con reacciones alérgicas. Estos fármacos deben evitarse totalmente y hay que informar al especialista de cualquier otra reacción a medicamentos.