Muchas personas confían en un electroestimulador muscular para descargar sus piernas después de un entrenamiento duro, otras lo utilizan para reforzar sus abdominales u otras zonas de su cuerpo y también hay quienes lo usan a modo de terapia o sistema de rehabilitación para tratar lesiones. Lo cierto es que muchas personas no saben cuáles son los usos reales que tiene un electroestimulador y lo utilizan de forma inadecuada o incompleta. En este artículo te contamos para qué sirve realmente un electroestimulador muscular para que puedas usarlo de forma práctica y eficiente.
Para qué sirve un electroestimulador muscular
La electroestimulación muscular es una técnica que se usa mucho en el mundo del deporte, pero también en el mundo del fitness y en el mundo de la estética para conseguir un cuerpo más definido. Básicamente se basa en utilizar diferentes aparatos que mediante impulsos eléctricos provocan contracciones musculares y como consecuencia consiguen un efecto parecido al que se podría conseguir ejercitando los músculos. Los electroestimuladores musculares suelen incorporar también sistemas para estimular las células nerviosas, siendo por tanto una buena alternativa para tratar todo tipo de lesiones y utilizarse durante los períodos de rehabilitación.
A nivel de estética la electroestimulación se usa para movilizar las grasas, en forma de tratamiento adelgazante. Ahora bien, como bien nos explican los expertos de OrtopediayMas.com en este artículo, para que un dispositivo sea eficiente para este fin es fundamental llevar una vida activa y realizar ejercicio físico. Los electroestimuladores sirven para hacer ejercicio pasivo y aumentar el tono muscular eliminando la flacidez y aumentando el volumen de los músculos, así como su resistencia y su fuerza, pero si realmente se quiere maximizar sus beneficios los expertos recomiendan utilizarlos mientras se practican ejercicios de fuerza con el propio cuerpo como por ejemplo la plancha, los abdominales o las sentadillas.
La electroestimulación es una técnica que permite tratar y trabajar un grupo muscular por vez y por tanto no se recomienda a modo de técnica de adelgazamiento para las personas que quieren perder mucho peso en general y ponerse en forma sino más bien para las personas que ya están en forma pero quieren perder grasa localizada y reforzar una zona muscular de su cuerpo. Para perder calorías es fundamental hacer ejercicios que movilicen muchas zonas del cuerpo y grupos de músculos diferentes, con lo que ésta no es la mejor opción para las personas que sólo buscan bajar de peso.
Un electroestimulador muscular sirve para trabajar de forma mucho más completa las fibras de un músculo concreto, pero no actúa en los tendones ni en las articulaciones con lo que, como decimos, para potenciar al máximo una parte de nuestro cuerpo será fundamental el combinar el electroestimulador con el ejercicio activo. De esta forma será mucho más sencillo el ir perdiendo grasa localizada y creando músculo, consiguiendo de forma eficaz una reducción de volumen.
Si además se combina la práctica deportiva y el uso correcto de un electroestimulador muscular con una dieta saludable sin duda se pueden llegar a conseguir efectos muy completos y un cuerpo muy definido al aplicar todas las ventajas con las que cuenta con electroestimulador muscular.
A nivel de fuerza un electroestimulador puede ayudar a mejorar la fuerza explosiva, la fuerza-resistencia y también la resistencia aeróbica al activar de forma selectiva los distintos tejidos musculares. Sirve también para trabajar los músculos de forma muy eficaz sin aportar fatiga psicológica ni ningún tipo de estrés a nivel general.
Pero además de todo esto un electroestimulador muscular también puede ser utilizado por los deportistas tras competiciones o sesiones de entrenamiento intensas para ayudarles a relajar sus músculos y a recuperar los músculos fatigados de forma mucho más eficiente. Un electroestimulador muscular también fomenta la micro circulación sanguínea de los músculos consiguiendo que éstos estén mucho más oxigenados y por tanto previniendo de forma eficaz el riesgo de lesiones.
En conclusión, un electroestimulador muscular puede usarse a nivel estético para mejorar el tono muscular de zonas localizadas del cuerpo y reducir la grasa corporal siempre y cuando se combine con una dieta saludable y la práctica de ejercicio físico. Además puede usarse también en rehabilitación para tratar todo tipo de patologías musculares comunes como por ejemplo la atrofia muscular, las contracturas o la parálisis.