El ciclismo es una de las formas de deporte más sanas que existen y además nos permite muchísimos tipos de entrenamiento distintos. Sin embargo, existen ocasiones en las que, por diversos motivos, no podemos coger la bicicleta y salir a pedalear al exterior, por lo que no nos queda más alternativa que limitarnos a continuar con el ejercicio dentro de casa.
Para ello existen o bien las bicicletas estáticas y de spinning que nos permiten seguir poniéndonos en forma con este entrenamiento aeróbico o, por el contrario, podemos hacer uso de los rodillos para bicicletas, que nos ofrecen la posibilidad de utilizar nuestra propia bicicleta en casa.
Si has oído hablar de los rodillos para bicicletas, pero nunca te has animado a probar uno, has venido al lugar correcto. En este artículo te traemos todos los tipos de rodillos de bicicleta que existen y te contamos para qué sirve cada uno y sus ventajas y desventajas para que si quieres utilizar tu bicicleta en casa puedas escoger el que mejor se adapta a tu tipo de entrenamiento.
Qué es un rodillo para bicicleta
Como comentábamos, pese a la aparición de las bicicletas estáticas, que funcionan a modo de bicicleta indoor y son el perfecto sustituto de la bicicleta outdoor, lo cierto es que también existen otras fórmulas para entrenar en casa con bicicleta. Hablamos de los rodillos que se utilizan como una herramienta en la que acoplar nuestras bicicletas.
Esto puede suponer una gran ventaja, no solo para ahorrarnos el dinero extra de comprar una bicicleta estática para dentro de casa ya teniendo una para fuera, sino que además nos permite hacer uso de la misma bicicleta y ahorrarnos espacio utilizando la misma con un rodillo para continuar nuestras rutinas de ciclismo en nuestro gimnasio en casa.
Con todo esto podemos decir que los rodillos para bicicletas son unos dispositivos a los cuales podemos enganchar a nuestras bicicletas, ya sea de carretera o de montaña, para poder pedalear de forma fija. Estos rodillos se utilizan generalmente para calentar o para entrenar, siempre y cuando no podamos sacar la bici de casa, o para continuar con nuestras rutinas en interiores. Son ideales para todas aquellas personas que compiten o hacen marchas cicloturistas, puesto que les ayudará a no solo amortizar todavía más el uso de su bicicleta, sino también a mejorar su plan de entrenamiento y definirse unos objetivos muchísimo más claros con el uso de esta bicicleta indoor.
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Tipos de rodillos de bicicleta
Cómo puedes imaginarte, ya que existen distintas modalidades de ciclismo, también existen varios tipos de rodillos para bicicleta, pues cada uno de ellos servirá para imitar un tipo de modalidad o nos permitirá entrenar una parte del cuerpo distinta. Por este motivo, si quieres saber cómo escoger el rodillo para bicicleta, vas a tener que pensar bien en tu rutina de entrenamiento, el ruido que estás dispuesto a soportar, el espacio del que dispones para colocar la bicicleta, la frecuencia de uso con la que vas a utilizar este rodillo, tu presupuesto, las zapatillas que vas a usar al entrenar y otros factores que analizamos a continuación.
Con todo esto en mente, si quieres conocer las ventajas y desventajas de los rodillos para bicicletas, a continuación te exponemos en detalle cuáles son los mejores rodillos para bicicletas y te contamos el uso de cada uno:
Rodillos de equilibrio o rulos
Comenzamos por uno de los rodillos más tradicionales, que, aunque durante cierto tiempo perdió algo de popularidad, ha vuelto pisando fuerte, puesto que se utiliza mucho para disciplinas como, por ejemplo, la del mountain bike o el ciclismo en pista. Seguro que lo has visto en algún momento, puesto que es una estructura de forma rectangular que cuenta con tres rulos distintos, uno para la rueda delantera y dos para la rueda trasera.
La bicicleta se colocará en el medio, encajada entre estos dos rulos. Es muy importante ajustar bien esta posición de ambos rodillos para que sea la adecuada respecto a la distancia con los ejes de la bicicleta. Generalmente, cuando compres un rodillo de equilibrio, este vendrá con una guía que te permitirá realizar el ajuste correcto. Esto es importantísimo, puesto que no existe ningún tipo de anclaje al rulo, por lo que una vez que te subas sobre la bicicleta tendrás que pedalear de forma continua hasta que decidas bajarte. En este sentido, estos rodillos están más bien enfocados a ciclistas que ya tengan cierta experiencia con la bicicleta, puesto que un principiante podría sufrir alguna caída. Precisamente por esta razón también se consideran los rodillos más realistas en cuanto a la sensación de pedaleo.
Por este mismo motivo, son los rodillos que se utilizan también para entrenar la cadencia de pedaleo y sobre todo el equilibrio sobre la bicicleta. Hay que entender que a más cadencia de pedaleo, mayor equilibrio conseguirá sobre la bicicleta, puesto que como comentamos no hay anclaje alguno. Son los que ocupan más espacio, pero también cuentan con la ventaja de plegarse y son bastante económicos.
Rodillos magnéticos
El segundo tipo de rodillos de bicicleta es el que más se vende en la actualidad y que suelen comprar la mayoría de aficionados al ciclismo. Un motivo de esto es que son de los más baratos, ya que por ciento y pico euros podemos hacernos con unos rodillos magnéticos y también porque tienen un tamaño menor y, por lo tanto, nos permiten guardarlo con muchísima más facilidad. Por este motivo, también lo compran personas que se dedican al ciclismo de forma menos habitual, puesto que le sirve como un extra de entrenamiento que pueden montar y desmontar.
La principal diferencia entre este y el rodillo que hemos mencionado anteriormente es que, en este caso, los rodillos magnéticos son una especie de estructura en forma de V invertida en medio de la cual se coloca la rueda trasera de la bicicleta. Esta va enganchada mediante imanes, por lo que si hablamos de que en este caso existe una resistencia al pedaleo. Lo bueno que tiene este tipo de rodillo es que permite regular esta resistencia, ya sea desde el propio rodillo o de forma remota mediante una aplicación móvil o un mando.
Es importante tener en cuenta que siempre que utilicemos un rodillo magnético, la bicicleta quedará ligeramente levantada en la rueda superior tras haberla incrustado en este eje trasero, por lo que necesitaremos utilizar un adaptador o soporte específico que nos ayude a elevar la rueda de delante. En ocasiones este complementó viene incluido con la compra del rodillo magnético, mientras que hay otras en las que debemos comprarlo por separado. Una vez que tenemos el rodillo magnético montado podemos realizar todo tipo de entrenamientos, escogiendo nuestra propia cadencia de pedaleo y nuestra resistencia.
Rodillos fluidos o líquidos
Este otro modelo hace uso del aceite para ofrecernos la resistencia de la rueda trasera. De esta manera hablamos de que es el tipo de rodillo para bicicleta más silencioso que existe y también uno de los más realistas. Es bastante similar de aspecto a los rodillos magnéticos, excepto que en este caso no existen imanes y tampoco podemos regular la resistencia.
Por el contrario, lo que nos encontramos son unas aspas que giran cuando pedaleamos y, por lo tanto, hacen que el líquido que hemos introducido anteriormente se desplace a través de un circuito. A más pedaleo, en este caso más resistencia nos ofrecerá este rodillo. Aun así, existen rodillos que también pueden incorporar distintas resistencias magnéticas.
Por todo esto, hablamos de que el tamaño de este tipo de rodillo también es bastante compacto de forma general, pero, por el contrario, su precio es algo más elevado. A esto hay que sumarle que al ser un rodillo que hace uso de una resistencia de tipo hidráulica vamos a tener que invertir también el dinero en este aceite para poder hacer que el mecanismo funcione correctamente.
Rodillos de transmisión directa
Para acabar nos queda mencionar este otro tipo, que suele estar más bien destinado para los ciclistas profesionales de carretera, puesto que es el que más se utiliza para calentar y entrenar antes de competiciones.
El motivo de esto es que aunque este tipo de rodillo hace uso de una resistencia prácticamente igual a la de los rodillos de fluidos, en este caso cuando instalamos la rueda trasera en el rodillo podemos utilizar un cassete distinto u otro extra para el rodillo donde dejar libre la rueda. De esta forma, estos modelos nos permiten colocar nuestros propios piñones. Hay que tener en consideración que existen rodillos de transmisión directa que se utilizan sin la rueda trasera y otros con la rueda trasera, por lo que es algo que debes considerar a la hora de comprarlo.
La ventaja de esto es que de tal forma no desgastamos el neumático y conseguimos imitar un pedaleo muchísimo más realista, además de que también podemos trabajar de forma más silenciosa. Por todo esto, hablamos de que este rodillo de transmisión directa suele ser el más caro, ya que ronda aproximadamente los 500 euros y también hablamos de que es el que más espacio ocupa, puesto que existen modelos incluso que tampoco permiten que los pliegues.