EL DEPORTE COMO TERAPIA SUSTITUTIVA
El ejercicio físico te ayudará a eliminar la ansiedad y los posibles kilos de más que puedas coger al dejarlo. La actividad física te hace producir endorfinas, unas sustancias que te hacen sentir bien y que en tu cerebro producen una estimulación similar a la de la nicotina. Haciendo deporte también podrás preocuparte menos de lo que comes cuando la ansiedad te ataque.
Antes y después de realizar ejercicio físico
La nicotina hace aumentar la frecuencia cardiaca, lo que hace que el metabolismo funcione más rápido y haya un mayor gasto de energía. Ésta es la principal causa por la que al dejar de fumar se engorda. Haciendo ejercicio volvemos a incrementar la tasa metabólica y podemos evitar los temidos kilos de más
Después de dejarlo lo mejor es el trabajo de tipo cardiovascular, ya que el tabaco nos obtura las arterias con la nicotina y el dióxido de carbono. La actividad física favorece la vosodilatación y hace que haya una mayor presencia de oxígeno en contra del dióxido. Éste es el motivo por el que un ex fumador se siente tan bien al hacer ejercicio. No sólo no se cansan tanto como creían al empezar a hacer ejercicio, sino que sienten una gran energía debido a que su cuerpo ya no recibe las habituales cargas de dioxido.
El ejercicio físico contribuye al abandono de los hábitos tóxicos (especialmente el tabaco), al mantenimiento de dietas equilibradas y al menor consumo de alcohol. En un estudio efectuado por Hartley (1985) en individuos aparentemente sanos, se observó que muy pocos participantes con nivel de actividad física alto eran fumadores y tenían sobrepeso. En la misma línea Hickey y cols. (1975) comprobaron que los hombres físicamente activos en tiempo de ocio eran menos fumadores y con menores índices de obesidad.
Por consiguiente, la actividad física regular promueve cambios generalmente muy importantes en el estilo de vida, caracterizados por una mejoría espontánea en los hábitos higiénico-dietéticos. El efecto inmediato es la sensación subjetiva de bienestar, que a largo plazo se traduce en un estado de salud y condición física superiores
Diferentes estudios han demostrado una reducida incidencia de enfermedades arteriales coronarias, hipertensión arterial, diabetes y otras enfermedades prevalentes entre personas físicamente activas frente a las inactivas (Berlin y Goldtiz, 1990; Gordon y cols., 1990; Hagberg, 1990; Morris y cols., 1990; Schneider y Ruderman, 1990; Schwartz, 1990) citados por Aztaráin y De Luis 1994.
Como se puede comprobar en estos estudios el ejercicio físico realizado con unas determinadas condiciones es beneficioso para prevenir numerosas enfermedades, ayuda en la mejora de la condición física de los sujetos practicantes y ofrece una ayuda más favorable.
Bouchard establece un modelo donde se concibe la mejora de la salud gracias a las relaciones entre la práctica física y la mejora de la condición física. La salud se traduce en mejorar del funcionamiento de los sistemas orgánicos (cardiorrespiratorio, locomotor, nervioso, endocrino) en relación con la prevención de determinadas enfermedades, algunas de ellas relacionadas con los estilos de vida sedentarios. La salud es una finalidad alcanzable a través de la actividad física y este modelo trata de determinar la dosis de aplicación apropiada de dicha actividad física en función de algunos parámetros como la frecuencia, la intensidad, la cantidad de trabajo, el tiempo, el tipo de actividad. (Bouchard y cols., 1990; Devis y Peiró, 1992) en Pérez Samaniego (2001).
Los programas de ejercicio supervisados se recomiendan ya desde la infanciacon el objetivo de estimular el hábito hacia el deporte, una de las medidas más adecuadas para ocupar el tiempo de ocio y, paralelamente, mejorar el estado de salud.
La evidencia de los beneficios del ejercicio físico a través de revisiones de efectos fisiológicos, ensayos epidemiológicos y documentación clínica ha promovido numerosas iniciativas de ámbito público y privado con el objetivo de sensibilizar a la población sobre la conveniencia de cambiar el estilo de vida hacia costumbres más saludables. La modificación de los hábitos dietéticos y la eliminación del tabaquismo constituyen dos de las piezas fundamentales en la mejora y promoción de la salud. El ejercicio físico constituye el tercer elemento sobre el que recae una parte importante de la responsabilidad en alcanzar ese objetivo.
En nuestro contexto l, la investigación en materia de actividad física relacionada con la salud no es limitada pero no suele centrarse específicamente en la infancia y la adolescencia