Estamos más que acostumbrados a escuchar lo importante que es practicar deporte para llevar una vida sana, pero rara vez especifican cuáles son las ventajas específicas de cada deporte. Lo cierto es que solemos oír hablar de deportes como el fútbol, el baloncesto o incluso actividades grupales que no son competitivas como el baile o el spinning. Todos estos deportes nos ayudan a incrementar nuestra resistencia física y a estar en mejor forma, y, además, nos permiten pasar un buen rato mientras los practicamos. Sin embargo, hay un deporte del que no se habla muy a menudo, hasta el punto en el que prácticamente se considera un simple hobby, pero que puede aportar muchísimos beneficios para nuestra salud tanto física como cerebral. Está claro que los deportes competitivos tienden a destacar cualidades de nuestra personalidad, y a mejorarlas, y no hablo de la agresividad o del sentimiento de equipo, sino de conceptos como la inteligencia especial o la concentración. Estoy hablando del ping pong.
No me cabe duda de que cuando escuchas hablar de ping pong te imaginas, o recuerdas, algún centro deportivo en el que lo tuviesen como método para relajarse. Seguramente lo comparas con actividades como el futbolín o el billar, más que como un deporte, pero nada más lejos. Lo cierto es que practicar ping pong regularmente puede mejorar muchos aspectos de tu salud y de tus capacidades, y además resulta increíblemente divertido jugarlo, de ahí que se compare con actividades meramente lúdicas. Si te encanta este deporte, pero nunca te has planteado el practicarlo más a menudo porque, aunque te lo pasabas bien, lo considerabas una pérdida de tiempo, voy a explicarte cuáles son todos los beneficios que encontrarás en el ping pong para que tengas más de una excusa para retomarlo.
Qué puede aportarte jugar al ping pong a menudo
Lo primero que debes de tener en cuenta es la importancia del material con el que juegas. Puede parecer poca cosa, pero contar con una buena pala de ping pong hará que tus manos no sufran. Ten en cuenta que se trata de un deporte en el que vas a tener que sujetar la pala con fuerza de manera constante, y si cuentas con una pala de mala calidad es probable que acaben dañadas una vez acabe el partido. Antes de comenzar a jugar, lo mejor que puedes hacer es visitar palapingpong.com para echarle un ojo a las comparativas en esta categoría, y escoger en base a ello la que mejor se adapte a tu tipo de juego. Si cuentas con una buena pala, este deporte solo te aportará ventajas y no tendrás que sufrir consecuencias como callos, astillas o dolor en las palmas por culpa de una mala sujeción.
Ahora bien, hay una ventaja evidente de jugar al ping pong, y no me cabe duda de que la tienes en mente: mejora considerablemente los reflejos. El ping pong requiere de una velocidad considerable a la hora de responder a cada golpe, de ahí que nuestra coordinación de movimientos se vuelva más rápida cuanto más jugamos al ping pong. Es necesario estar extraordinariamente concentrado para poder visualizar en qué dirección irá la pelota en cada golpe, y llegado cierto punto el juego adquiere tal velocidad que es imprescindible contar con una coordinación fetén. A nadie se le da bien jugar al ping pong la primera vez que lo hace, pero conforme vamos practicándolo nos damos cuenta de que, además de pasar un buen rato más a menudo, nuestros reflejos son cada vez más rápidos, algo muy práctico también en la vida diaria. Contar con unos reflejos veloces nos puede ayudar a mejorar nuestra conducción, a desenvolvernos mejor por nuestro entorno, e incluso a realizar mejor nuestro trabajo.
El ping pong mejora la memoria y la capacidad de concentración. No son pocas las personas que se toman a broma el tenis de mesa, pero se ha de estar muy concentrado para poder ver en todo momento la dirección que tendrá la pelota en cada saque. Además, se trata de un deporte que requiere el uso de técnicas en tanto que has de anticiparte a los movimientos del rival, y has de hacerlo rápido porque es un juego caracterizado por la velocidad. Utilizar la estrategia y poder visualizar cada movimiento antes de que tenga lugar mejora también la memoria, algo indispensable para el día a día y para prevenir enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
En lo que respecta al campo físico, el ping pong incrementa el equilibrio, ya que se han de hacer movimientos rápidos de un lado a otro de la mesa, y muchas veces habrá malas posturas que nos harán caer. No obstante, mediante la práctica, el ping pong te ayuda a cogerle el punto a ese rápido movimiento manteniendo el equilibrio al máximo, y también ayuda a mantener las articulaciones sanas, ya que hace uso de todas ellas para moverse de un lado a otro. Además, al tratarse de una actividad física bastante intensa dependiendo de la frecuencia con la que juguemos y del nivel de profesionalidad, nos ayudará a estar en forma y a quemar calorías, y todo ello lo haremos prácticamente sin notar el esfuerzo.